México es una tierra rica en historia, tradiciones y sabores únicos, y esto se refleja en sus destilados de agave, cada uno con características propias y una Denominación de Origen (DO) que protege su identidad. Conozcamos más sobre los destilados mexicanos que hacen honor a esta tierra.
Este reconocimiento certifica que las características, calidad o reputación de un producto se deben exclusivamente a factores geográficos, culturales y naturales específicos de la región de donde proviene.
La Denominación de Origen del Tequila (DOT) garantiza la autenticidad de esta emblemática bebida mexicana. Desde su declaración el 9 de diciembre de 1974, se ha convertido en la primera Denominación de Origen de México. La DOT está delimitada a 181 municipios de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Nayarit y Tamaulipas, regulados por normas de propiedad intelectual. El Tequila es un reflejo del legado cultural y natural de estas regiones, producido bajo estrictos estándares que garantizan su calidad y arraigo.
El Mezcal obtuvo su Denominación de Origen en 1994, respaldado por la Norma Oficial Mexicana NOM-070-SCFI-2016. La DOM comprende estados como Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango, además de municipios específicos en Tamaulipas, Michoacán, Puebla, Aguascalientes y Sinaloa. El mezcal se elabora exclusivamente con agaves provenientes de las regiones delimitadas, manteniendo así su autenticidad y tradición.
Reconocida por su Denominación de Origen, la Raicilla se produce principalmente en municipios de Jalisco y Nayarit. Esta bebida artesanal se caracteriza por su producción en climas y suelos únicos de la región Costa Sierra Occidental. Los conocimientos tradicionales de los productores complementan los factores naturales para crear una bebida única que refleja la diversidad geográfica y cultural de su origen.
Obtuvo su Denominación de Origen en 2002 y se produce en Chihuahua, Coahuila y Durango, utilizando la planta “Dasylirion wheeleri”, endémica de esta región. Esta bebida cuenta con más de 800 años de historia, desde las tribus indígenas hasta los métodos introducidos por los españoles. Su elaboración genera empleo y competitividad, consolidándose como un símbolo de identidad regional.
Originaria del estado de Sonora, el Bacanora es una bebida que toma su nombre del municipio homónimo. Elaborada con Agave Pacífica, su tradición data de hace 300 años en la Sierra sonorense. Su reconocimiento como Denominación de Origen asegura su autenticidad y la preservación de los métodos tradicionales de producción.
Las Denominaciones de Origen fortalecen las economías locales al generar empleo y oportunidades de exportación. Además, son un reflejo del mosaico cultural de México, elevando la calidad y posicionamiento de productos únicos que se identifican con su territorio y tradiciones. Estos reconocimientos, administrados adecuadamente, contribuyen a la competitividad y a la preservación del patrimonio cultural y natural del país.